Adentrándonos en la Ciencia del suelo

La Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS) para el mejor desempeño de sus funciones está estructurada en Secciones siguiendo el modelo de la International Union of Soil Sciences (IUSS). Desde la Sección de Enseñanza del Suelo y Concienciación Ciudadana os damos la bienvenida a todos los amantes de la Ciencia del suelo.

Nuestro objetivo es dar a conocer el papel esencial de los suelos para la vida y concienciar de que el suelo es un recurso natural no renovable a escala temporal humana que está sometido a una presión cada vez mayor. Para poder garantizar un desarrollo sostenible, es necesario protegerlo y para protegerlo es esencial difundir el conocimiento de la Ciencia del Suelo, así como concienciar de la importancia de conservar, proteger y recuperar los suelos degradados.

Carta Mundial de los Suelos

Coincidiendo con el Año Internacional de los Suelos 2015, en el seno de la FAO se aprobó la nueva Carta Mundial de los Suelos como un medio para promover e institucionalizar la gestión sostenible de los suelos en todos los niveles.

Evaluación mundial sobre los suelos

En 2015 la FAO publicó la primera evaluación mundial sobre los suelos. El informe sintetiza el trabajo de unos 200 científicos del suelo procedentes de 60 países. Proporciona una perspectiva global sobre el estado actual del suelo. El informe recoge el papel de los suelos en los ecosistemas, la relación entre las personas y el suelo, proporciona datos del recurso suelo a nivel mundial, comenta la política del suelo, etc.

Si indica en el informe que «la tarea de desarrollar una política efectiva para garantizar una gestión sostenible del suelo no es ni sencilla de articular ni fácil de implementar. Esto es cierto independientemente de la etapa de desarrollo industrial de un país, su dotación natural del recurso suelo o las amenazas inmediatas para la función del suelo.»

El informe sugiere siete vías de política como un punto de partida para garantizar la gestión sostenible del suelo. Una de esas vías es la Educación y Sensibilización.

La base para lograr la gestión sostenible del suelo es el conocimiento del recurso suelo y la tierra. Es necesario integrar estos conocimientos en todos los niveles de enseñanza.

Como se indica en el informe:

  • Algunos países están desarrollando programas de estudio comprehensivos e imaginativos que utilizan el conocimiento del suelo como base para la enseñanza de un amplio rango de temas culturales, sociales, científicos y económicos.
  • A un nivel más avanzado, el entrenamiento tiene que abarcar un nivel de sub-disciplinas de la ciencia del suelo (por ejemplo, física del suelo, química del suelo, biología del suelo y la pedología) así como las conexiones con otras disciplinas relacionadas como la ecología, silvicultura, agronomía, geología, hidrología y otras ciencias ambientales.
  • El sistema de educación formal también requiere mecanismos de superación, entrenamiento vocacional y extensión.
  • En algunas regiones, el conocimiento de la tierra está profundamente integrado en las culturas y tradiciones indígenas. Este conocimiento requiere formación y apoyo.
  • Como mínimo, esta vía política implica evaluar si los sistemas de educación y extensión son coordinados y proporcionan suficiente compresión y entrenamiento para una nación a fin de lograr una gestión sostenible del suelo. Aquellos directamente involucrados en la gestión del suelo requieren una educación suficiente para garantizar que sus acciones son provechosas y sostenibles.

Directrices voluntarias para la gestión sostenible de los suelos

En 2017 la FAO publicó el documento «Directrices voluntarias para la gestión sostenible de los suelos«. Los objetivos de las Directrices voluntarias son: presentar principios generalmente aceptados, de eficacia demostrada y basados en la ciencia para promover la GSS y brindar orientación a todas las partes interesadas sobre cómo ponerlos en práctica, ya sea en la agricultura, la ganadería o la silvicultura o, más en general, en la ordenación de los recursos naturales. Las Directrices están destinadas a contribuir a los esfuerzos mundiales, regionales y nacionales hacia la erradicación del hambre y la pobreza debido a la importancia que revisten los suelos en el desarrollo sostenible.